martes, 13 de marzo de 2007

Tierra de tempestades

Ayer, y hoy

"Los inviernos en el Norte pueden ser demasiado fríos o demasiado secos. Los húmedos vientos del este, favorables a la vegetación en el sur, pueden no llegar a soplar, o soplar demasiado poco tiempo. Una tempestad violenta, una fuerte tempestad de arena, una inundación mayor de lo previsto pueden devastar en algunas horas, sobretodo esta última, las cosechas y diezmar ganados. Ante estas manifestaciones de fuerza, para él sobrenaturales, el iraquí de antaño se hallaba despistado e impotente. Presa de la ansiedad, sentía que el orden de las cosas, tal y como había sido establecido por los dioses, estaba en peligro. Las decisiones divinas, dictadas en el momento de la creación, debían ser periódicamente reiteradas". G. Roux, Mesopotamia. Historia política, económica y cultural, Akal,Madrid, 1987, pág.118.

"Plantó luego Yavé Dios un jardín en Edén, al oriente, y allí puso al hombre a quien formara (...). Salía de Edén un río que regaba el jardín y de allí se partía en cuatro brazos. El primero se llamaba Pisón (...) y el segundo se llama Guijón (...) el tercero se llama Tigris (Jidequel) y corre al oriente de Asiria; el cuarto es el Eúfrates (Perat)". Génesis (II,8,10-14).

Dichos ríos eran de petróleo...

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